Ante la duda, comienza con tu cuerpo
Por muchos años nos han vendido el discurso de que no somos nuestro cuerpo, sino un alma, un espíritu que habita un cuerpo. Si bien estas afirmaciones pueden ser reales, también son incompletas y pueden llevarnos a una peligrosa posición de separación de la Totalidad.
Somos más que nuestro cuerpo, somos más que nuestra mente, e incluso como más que nuestra alma. Somos parte de un Organismo Vivo (a muchos niveles) y nuestro cuerpo es el vehículo con el que transitamos la existencia en esta dimensión (3D), donde la densidad es mayor y se caracteriza por su lentitud.
Sin embargo, lo que llamamos cuerpo, es un conjunto de incontables partículas que forman a su vez a cada átomo y célula del organismo, todas vibrando y generando la energía necesaria para mantenernos “sólidos”. Para poder llegar a niveles más sutiles de Consciencia espiritual, es necesario que revisemos primero la relación con nuestro cuerpo.

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